Pudding de melocotón con crumble de galletas

¿Qué se puede hacer cuando revisas los armarios de la cocina y te encuentras con media barra de pan seco, 2 cartoncitos de nata y 3 melocotones blanduchos arrugándose en la nevera? Una opción es irse a comer fuera… Otra posibilidad es improvisar un postre facilísimo, económico y siempre delicioso: un pudding.

Me gustan bastante los puddings: los puedes hacer de cincuenta tipos, son cremosos, fáciles y sirven para reciclar las sobras de la cocina. Aunque suelo hacerlos muy poco porque es raro que nos sobre pan de un día para otro, esta vez nos coincidió una racha de comidas y cenas fuera de casa y se acumularon restos sueltos de barras de pan. Obviamente, podéis utilizar pan fresco, rebanadas de pan de molde o incluso bollería (en este caso se añadiría menos azúcar)
Si se desea reducir la cantidad de hidratos de carbono, podemos eliminar el pan y convertir este pudding en un delicioso flan casero relleno de melocotón (sólo necesitaríamos medio litro de leche, unas 7 cucharadas de azúcar y 5 huevos enteros)
No quise sobrecargar el relleno y preferí que quedara un poco líquido, como unas gachas. Además, utilicé casi tanta fruta como pan. Creo que gracias a estas dos cosas ha salido increíblemente jugoso, esponjoso y ligero.
Para acompañar los gajos de melocotón y darle un toque más golosón al pudding, espolvoreé los vasitos con un crumble muy sencillo a base de galletas troceadas y mantequilla (también podéis utilizar este crumble como base para cubrir el fondo de los vasitos)
Si no tenéis nata podéis sustituirla por leche y aromatizar el relleno con canela o ralladura de piel de limón.

Pudding de melocotón con crumble de galletas

Esta es la primera receta que hago con tagatosa, un endulzante extraído de la lactosa que compré hace unos días por internet (para variar, todos estos productos alternativos al azúcar son carísimos y difíciles de encontrar en tiendas convencionales)
La tagatosa tiene una apariencia muy similar a la del azúcar glass y un alto poder endulzante (basta la mitad de tagatosa que de azúcar) Había escuchado que, a diferencia de la stevia, no deja ese ligero regustín a regaliz, y la verdad es que no ha defraudado: aunque es difícil asegurarlo al haber añadido vainilla, parece que tiene un sabor neutro y ha endulzado el postre a la perfección. Supongo que de ahora en adelante iré alternando el uso de la stevia, la tagatosa y la sacarina líquida (en función de cómo evolucione mi economía doméstica)
Ya os iré contando.

Ingredientes (para 6 moldes pequeños):
* 2 huevos
* 400 ml nata líquida ligera (18% m.g.)
* 100 gr pan
* 3 cucharadas soperas y media rasas de tagatosa o de stevia en polvo (o 6 cucharadas soperas rasas de azúcar)
* media vaina de vainilla natural
* 3 melocotones rojos medianos maduros
* 3 galletas
* 13 gr mantequilla en pomada

En un recipiente grande cascamos los huevos y los batimos con la nata líquida.
Añadimos el pan troceado en pedacitos pequeños, la tagatosa, o stevia o azúcar, y el contenido de media vaina de vainilla:

Incorporamos el pan desmenuzado:

Y añadimos dos melocotones, pelados y cortados en trozos pequeños:

Si utilizáis pan duro, podéis dejar reposar el pudding una media hora. Mi barra de pan era del día anterior y sólo estaba algo reseco, así es que bastaron 10-15 minutos para que se empapara bien.

Repartimos el pudding en moldes individuales de flan (yo utilicé moldes-mini de Pyrex) o en un único molde grande:

Pelamos el tercer melocotón, los deshuesamos (para deshuesarlo fácilmente conviene que esté maduro pero no demasiado), lo cortamos en gajos y decoramos los moldes:

Para preparar el crumble trituramos las galletas con los dedos (no es necesario convertirlas en polvillo) y las mezclamos con la nuez de mantequilla en pomada hasta obtener una textura grumosa.
Repartimos el crumble alrededor de los gajos de melocotón:

También se puede cubrir completamente el pudding con una capa de crumble y luego repartir encima el melocotón.

Introducimos los moldes individuales en una fuente con agua y los horneamos al baño María durante 1 hora a unos 160ºC.

Lo ideal es tomarlos en seguida, aún calientes o templados. Así es como están más tiernos.
La fruta del relleno ayuda a que el pudding sea muy suave y jugoso. Me gustaría poder bañar el fondo de los moldes con caramelo líquido, mmmmmm! Probadlo si versionáis esta receta y la convertís en un flan. Tiene que estar muuuy bueno.